Uno de los temas clásicos en el repertorio de Loquillo y Trogloditas que ahora se niega a cantar en directo. Sabino Méndez, compositor del grupo en aquella época, se metió en la mente de un maltratador preguntándose qué fallaba y escribió la letra en primera persona. “Ha sufrido una campaña en contra aludiendo apología a los malos tratos, cuando es todo lo contrario”, recuerda Sabino en una entrevista. “El batería y yo escuchábamos mucha rumba catalana, y siempre pensamos que sería el formato adecuado para contar una historia así. La maqueta original era una rumba y la aceleramos hasta llegar a los límites del rock”. Los niveles de corrección política de nuestros tiempos, que se asemejan más a gilipollez que a otra cosa con un mínimo de coeficiente intelectual, harían imposible casi con toda seguridad un tema como éste. Y, sin embargo, fue uno de los mayores éxitos de Loquillo allá a finales de los 80, y un imprescindible de los pufetos durante prácticamente toda la década de lo...